La técnica de la
provocación es muy útil para obligar a nuestro cerebro a tomar caminos diferentes.
Son muchas las veces en las que en la búsqueda de la idea o solución adecuada para un problema o necesidad, dejamos que nuestro cerebro, algo perezoso a veces, tome los mismos caminos una y otra vez. Si bien nuestro cerebro consume el 20% de la energía de nuestro cuerpo, a veces, cuando nos enfrentamos a un reto, tiende a entrar en modo de ahorro de energía o "Eco Mode" para los más técnicos.
Nuestro proceso de análisis tiende a buscar en las experiencias pasadas, patrones que se puedan volver a aplicar. La provocación es entonces una forma de obligar a nuestro cerebro a establecer nuevas alternativas y a alejarse de los patrones comunes a los que está acostumbrado.
Generalmente la técnica se inicia con la
definición de la premisas que rodean nuestro problema o necesidad, las cuales generalmente responden a patrones preconcebidos entre los que podemos encontrar algún paradigma. Luego de tener esas premisas,
comenzamos a negarlas una a una y posteriormente analizamos las condiciones con las que cada idea podría hacerse realidad. Si bien las propuestas iniciales de la técnica, denominadas por Edward De Bono como PO, pueden sonar algo alocadas e ilógicas, es precisamente eso lo que se necesita.
A veces necesitamos obligarnos a tratar de cumplir cosas imposibles para que podamos generar ideas nuevas.
Es muy divertido hacer lo imposible. Walt Disney
Ahora si fuera de aplicar esto a tus procesos de creatividad y solución de problemas, lo aplicas a tu vida ¿Qué resultados obtendrías? ¿Cuáles son las premisas de tu vida que das por ciertas? ¿Y si por un momento piensas que eres capaz de cualquier cosa?. Te propongo algunas que se me ocurren y ya tu sacarás las tuyas:
- Soy una persona poco creativa.
- PO: Tengo ideas y soluciones ilimitadas para todo.
- Mi sobrevivencia y la de mi familia dependen de mi trabajo.
- PO: No dependo de mi trabajo para subsistir.
- PO: Trabajo para ser feliz.
- PO: Trabajo para poder estar con mi familia
- No tengo tiempo para mis proyectos personales.
- PO: Tengo tiempo para todo lo que se me ocurre.
- PO: Mi trabajo exige menos tiempo que mis proyectos personales.
- Todos los problemas me causan incertidumbre.
- PO: Tengo confianza en siempre encontrar la solución.
- PO: Los problemas son algo positivo me gustan porque me ayudan a ser mejor y a aprender.
- Nunca tengo buenas ideas.
- PO: Siempre se me van a ocurrir alguna idea creativa y aplicable.
- PO: Soy una persona generadora de ideas.
- PO: Siempre voy a ayudar a generar soluciones a los problemas.
La provocación es una técnica poderosa que puede ser aplicable a cualquier proceso de solución de problemas o generación de ideas; pero te invito a comenzar a aplicarla en tu propia vida. ¡Provoca tu vida! reta cada una de las premisas y reglas que das por obvias y absolutas, tanto en tu vida laboral como personal y trata de encontrar la forma de lograr esos imposibles; verás que en el proceso, si bien puede que a veces los imposibles no dejen de serlo, puedes generar ideas interesantes que ayuden a mejorar tu vida y la de los demás. Para un ejemplo, aquí estoy yo tratando de convencerte de que busques una forma creativa de mejorar tu vida, de cambiar la concepción que tienes de los paradigmas que pueden reinar aspectos de tu existencia. Mi premisa inicial puede ser que no soy una persona que puede influir en la vida de otros; mi PO es que soy capaz de influir en personas que no conozco para que cuestionen su situación actual y busquen la forma de mejorarla aunque parezca imposible. ¿Lo estaré logrando? quizás si, quizás no;
pero de lo que estoy seguro es que me gusta escribir estas palabras y en el proceso confío en que haya quienes le encuentren valor suficiente y hagan algo al respecto. Al final, muchas veces es más lo que se puede ganar que lo que se arriesga.
¿Cuántas condiciones en tu vida aceptas con los ojos cerrados y crees que podrían mejorarse?
0 Comentarios