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¡Deja de pensar que tu trabajo es tu vida!

Foto por berenika
Son muchas las veces que he escuchado a las personas exclamar, con un tono de orgullo, que su trabajo es su vida; sin embargo, lo triste es que muchas veces, eso es cierto en un muy mal sentido. El trabajo se puede desempeñar de diferentes maneras y cada una de ellas tiene sus riesgos para que se conviertan en parte importante de nuestra vida personal. Hablo de riesgos, ya que cuando las responsabilidades laborales comienzan a interferir en tu vida personal, las consecuencias pueden ser catastróficas.
Desafortunadamente, estamos acostumbrados a que nuestro tiempo laboral consuma casi el 50% del tiempo que permanecemos despiertos y en algunos casos mucho más, y esto hace que los límites de lo laboral y lo personal se vean difusos. Te voy a compartir varias ideas que siempre tengo en mente cuando mi trabajo se comienza a salir de sus límites:

Ser responsable con tu trabajo no es sacrificar tu tiempo personal: 

Muchas veces puedes caer en la tentación de seguir pensando en problemas del trabajo, cuando ya estas en tu casa o en tu tiempo personal. Es comprensible que tu cerebro, diseñado para resolver problemas, continúe de manera inconsciente trabajando en algo que dejaste sin finalizar en tu horario laboral, e inclusive muchas veces puedes hallar una solución; pero lo que no es bueno es que de manera consciente continúes analizando cosas a fondo y más aún trayendo las preocupaciones de tu dimensión laboral a tu plano personal. Esto puede parecer un acto de responsabilidad con tu empresa, pero es una irresponsabilidad contigo y con los tuyos.

Si te matas por tu trabajo, solo te van a extrañar en casa

A veces las preocupaciones laborales pueden invadir de manera desmedida tu vida personal, desequilibrándola y generando todas las consecuencias negativas que tiene el estrés crónico. Si esto no se maneja adecuadamente, puede traer efectos catastróficos en tu salud y con ellos quienes más sufren son tus seres queridos. No te pagan por que te mates trabajando y si lo haces, en tu empresa mandarán un ramo a tu funeral y encontrarán la forma de reemplazar tus funciones rápidamente; en casa, tus seres queridos te extrañarán toda la vida. ¿Vale la pena?.

No vale la pena matarse por el dinero de otros

Volvemos con el tema de la responsabilidad; en tus funciones laborales está el realizar determinadas actividades de manera eficiente y correcta. Si haces tus tareas bien y aún así los resultados de la empresa para la que laboras no son los adecuados, o si a pesar de tu buen desempeño, se presentan fracasos, por causas ajenas a tu labor, ¿por qué sentirte mal? una cosa es que sientas la tristeza normal del fracaso en el ámbito laboral y otra que actúes como si el fracaso fuera tuyo, de manera personal. ¿De tu vida personal qué se pierde? ¿Está en riesgo la vida o el bienestar tuyos o de tus seres queridos? si no es así, vuelvo y pregunto ¿vale la pena?.

Si no puedo llevar problemas personales a mi oficina, ¿por qué estoy trayendo los de la oficina a mi casa? 

Ni tu esposa, ni tus hijos, ni nadie de tu plano personal, deberían verse afectados por tus problemas laborales. A todos nos pagan por resolver problemas; por hacer cosas que otros no pueden hacer o no quieren hacer; pero eso es tu trabajo. Los conflictos, los fracasos, las discusiones y cualquier otro evento que genere emociones negativas se debe limitar a tu tiempo laboral. Una cosa es compartir con quienes queremos las situaciones para que nos den un punto de vista adicional y otra el descargar en casa las consecuencias de las emociones negativas que nos cargaron en el trabajo.

Pensar el 100% del tiempo en tu trabajo NO es tener sentido de pertenencia

Muchas veces puedes escudar tu preocupación en que tu sentido de pertenencia hace que te duela tu empresa, pero la verdad, la empresa no es tuya, te pagan un salario por ayudar a que la empresa permanezca, pero la verdad es que tu sentido de pertencia se debe demostrar más en el adecuado desempeño de tus labores que en irte a casa a llorar porque la empresa anda mal.

¿Y si la empresa es tuya? es peor desgastarse el 100% en ella

Aún, cuando la empresa es tuya si te preocupas más de la cuenta, si no aprendes a separar tu vida personal de la laboral, si no das descanso a tu mente y compartes tiempo de calidad con tus seres queridos, perderás tanto tu como tu empresa. En este caso inclusive el efecto puede ser mucho más negativo, ya que al ser el líder de la empresa, sobre ti recae la responsabilidad del bienestar de muchos otros que dependen de ella . Con más razón debes hacer respetar tu tiempo personal ya que enfermo o muerto es muy poco lo que puedes hacer por resolver tus problemas laborales.

No confundas lo importante con lo urgente

Muchas veces asumimos que algo importante es urgente y no es así. Tu tiempo personal es muy valioso, para ti y los tuyos y no te sentirás bien, al darte cuenta que lo estas desperdiciando, tratando de resolver problemas o de manejar preocupaciones, que perfectamente se pueden continuar trabajando a la mañana siguiente. No estoy hablando de procastinación, sino de darle a las cosas su verdadero valor y de realizarlas cuando se debe.

Ahora quizás te preguntes, ¿Cómo puedes hacer entonces para dejar este peligroso vicio?... te tengo algunas propuestas:
  • Incluye en tu rutina, la realización de actividades que rompan con las tareas laborales y que te obliguen a concentrarte en algo diferente. Puedes pensar en manualidades, la lectura, la cocina, el cine, reunirte con gente que no sea de tu trabajo etc. Lo importante es que realmente haya una ruptura, es decir, si trabajas en un restaurante, irte a cocinar, puede que no sea una buena idea.
  • Trata de no dejar cosas sin finalizar en tu trabajo; obviamente no hablo de los grandes proyectos, sino de las actividades que tienen una fecha de cumplimiento corta.
  • Si inevitablemente se te viene a la mente una idea para resolver algo del trabajo, anótala para ejecutarla al día siguiente o si es algo realmente urgente, ni modo, actúa rápido, protege tu tiempo personal.
  • Estudia algo nuevo y alejado de tus labores diarias; el estudio te ayuda no solo a tu desarrollo profesional y personal, sino a enfocar tu cerebro en retos diferentes a los del día a día. No necesariamente debes meterte a cursos especializados, ya que hoy en día hay gran cantidad de recursos de aprendizaje.
  • Ten un proyecto personal y trabaja en él regularmente.
  • Ejercita tus talentos naturales
Espero que este artículo te sea de utilidad y que comprendas la importancia de mantener bien definidos los límites de lo personal y lo laboral; ya que esto te puede beneficiar bastante en todos los sentidos.

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