Foto por Krappweis |
Cuando la rutina acaba con nuestra energía y ni la música ni cualquier otro recurso te ayuda a hallar tu elemento, es bueno que recurras a lo que más te guste hacer para recargar tus baterías. Si te gusta escribir, estudiar, dibujar, diseñar, programar, cocinar etc. saca provecho de tus deseos y enfócalos en un proyecto personal. No estoy hablando simplemente de la sana práctica de tus hobbies, sino de el desarrollo de una idea concreta. Por ejemplo, en mi caso, este blog es un proyecto personal. Me gusta escribir y me apasionan los temas de creatividad, innovación y solución de problemas; soy un ingeniero de sistemas y gerente de proyectos y esto no es necesariamente relacionado con mi desempeño profesional, pero digamos que lo complementa. Tener un proyecto personal te aporta lo siguiente:
- Te permite practicar el proceso de concebir, evaluar y llevar a la práctica una idea. Esto no siempre es posible en tu vida personal y profesional, sobre todo cuando la rutina la infecta.
- Te genera nuevos retos y por ende nuevas habilidades. Cada reto exige que mejoremos algo de nosotros para superarlo y las nuevas habilidades aprendidas pueden serte útiles en otros aspectos de tu vida.
- Alinea tus habilidades con tus gustos personales. No siempre podemos aplicar ciertas habilidades que nos apasionan y un proyecto te ayudará a usarlas y fortalecerlas de una manera divertida y enriquecedora.
- Te ayuda a recuperar la sensación de logro, que puedes haber perdido en tu vida personal o laboral. Todos queremos alcanzar un propósito con lo que hacemos y a veces el trabajo y la rutina pueden darnos la sensación de no estar logrando nada. Cada vez que superas una fase de tu proyecto personal y comienzas a verle forma, sentirás una sensación muy agradable que te ayudará a equilibrar la falta de este sentimiento en otros ámbitos.
- Te ayuda a generar nuevas ideas. Las ideas no son nada sin acción y la acción generalmente produce más ideas.
- Permite desarrollar facetas personales o profesionales que pueden abrirte otras oportunidades. A veces no valoramos nuestros hobbies o nuestras habilidades menos utilizadas, porque consideramos que no nos ayudarán a pagar las cuentas; pero puede suceder que te encuentres la forma de adaptar estas habilidades fortalecidas, a tu perfil profesional, haciéndote un recurso más valioso. También sucede que tu proyecto puede ayudarte a generar ingresos adicionales y descargar un poco las presiones económicas que tengas.
- Es una fuente alterna de motivación personal. La rutina y la falta de retos profesionales generan desmotivación, ya que siempre te sientes haciendo lo mismo. Un proyecto personal te permitirá hacer las cosas como quieres, buscando los objetivos que tu definas y enfrentando los retos que tu mismo te propongas para lograr lo que quieras; créeme, eso motiva.
- Libera el estrés relacionado con el resto de tu vida. Todos perdemos la noción del tiempo cuando estamos en nuestro elemento; nos aislamos de nuestra rutina y nos enfocamos en lo que queremos. Dejar de pensar en las presiones personales y laborales por momentos, hace que tu mente se refresque e inclusive te puede ayudar a enfrentar las cosas con mejor actitud y con nuevas alternativas.
- Te ayuda a recuperar la confianza en ti mismo. No hacemos las cosas siempre motivados por el reconocimiento de otros, pero a veces es muy energizante darse cuenta que a otros les gusta lo que haces. Aprender a descubrir que eres más que lo que aparece en tu hoja de vida te ayuda a recuperar la confianza en tus habilidades personales y profesionales y repitiendo lo de siempre, la autoconfianza es básica para la creatividad.
- Fortalece las relaciones personales, el liderazgo y el trabajo en equipo. Si integras otros a tu proyecto, la experiencia será mucho mejor.
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