Advertisement

Cuando las buenas ideas interrumpen

Foto por OlkaCF
Luego de un gran proceso creativo te decides a implementar una buena idea. Estás convencido de que has elegido la solución adecuada para un problema o que la idea elegida es la que debe hacerse realidad para atender alguna necesidad determinada. La acción nunca detiene el impulso creativo y a veces mientras estás materializando tu creación,  aparece una nueva idea prometedora; quizás no reemplace la que estás ejecutando, pero es muy buena y quizás te lleve a otro proyecto; tus recursos son limitados y sientes que sólo puedes hacer una sola al tiempo. ¿Qué he hecho yo?. Te voy a compartir algunos casos donde esto puede suceder y algunos elementos que tengo presente en cada uno. Espero te sean de utilidad.
Me gustaría presentar esta situación de interrupción de ideas en dos casos, no son únicos, pero digamos que es una clasificación basada en mi experiencia personal.

Caso 1: Estás solucionando un problema o implementando una idea y se te ocurre una alternativa mejor que la que estás trabajando y que apunta a los mismos objetivos.

  • Define que tan buena es la nueva solución: No te dejes deslumbrar por la primera impresión, revisa que la nueva idea realmente tiene mejores beneficios que la que estás implementando.
  • Ten en cuenta en que parte del camino estás:  No es lo mismo que se te ocurra una nueva solución, al inicio de una implementación, que si ocurre a mitad o finalizando el camino. 
    • Si sucede al inicio, aún se puede extender la fase de análisis de alternativas y compararla correctamente para tomar una decisión adecuada. 
    • Si sucede en el medio, debes tener presente los costos de cambiar el rumbo de la implementación, buscando reutilizar lo ya ejecutado y desperdiciar lo menos posible.
    • Si sucede al final, ten presente que la primera idea, la que estás por implementar, cumple con los requisitos requeridos y por eso la elegiste. Quizás en este caso se puede pensar en dejar la nueva idea para una fase posterior. Puedes estar atendiendo un problema y quizás éste no nos de la flexibilidad para reiniciar un proceso de implementación, sobre todo si estás atendiendo una crisis.
  • Intenta integrar ambas ideas: A veces puede suceder que elementos que la nueva alternativa, pueden ser tomados para mejorar la que se está implementando. Esto reduce mucho las decisiones complejas y los costos de los recursos ya invertidos; no solo en dinero, sino también, tiempo, esfuerzo y motivación.

Caso 2: Estás haciendo realidad una idea determinada y aparece otra muy atractiva no relacionada con la primera

Este caso puede ocurrir cuando estás implementando una idea de negocio, un nuevo producto o servicio o en general algo que requiera algún tipo de emprendimiento.

  • En lo posible, olvídate de ejecutar ambas ideas al tiempo: A menos que cuentes con un numeroso y muy buen equipo de trabajo, no pienses en dividir tu tiempo y esfuerzo en más de una idea. No estoy diciendo que dejes de crear, sino que para poder finalizar algo, debes tratar de enforcarte. Si nuestro cerebro no es multitarea, es casi imposible pensar que podemos tener la misma eficiencia con dos proyectos al tiempo. Sin importar lo que te toque hacer en el trabajo, si lo piensas mejor verás que al tratar de hacer más de un proyecto al tiempo, puedes tardarte más de lo esperado y la demora a veces lleva a la desmotivación, la cual tiene efectos desastrosos en la creatividad. Al final tendrás gran probabilidad de no hacer realidad una de tus ideas.
  • Revisa el estado de los recursos invertidos: A veces a pesar de que la nueva idea es atractiva, suspender la idea en ejecución, puede generarnos pérdidas de algún tipo; no solo económicas, sino de oportunidades de éxito. Es como estar montando un negocio de adornos navideños en diciembre y dejarlo de lado para hacer otra cosa; obviamente luego no podrás retomar la idea inicial tan fácilmente.
  • Analiza la oportunida de la nueva idea: Este punto es el opuesto del anterior, a veces es la nueva idea la que puede contar con un contexto más oportuno o menos flexible que la que estás ejecutando. Es decir, ser de esas ideas que si no se hacen inmediatamente, se pueden perder buenas oportunidades.
  • Analiza tiempos de implementación y beneficios de la nueva idea contra la actual: Quizás la nueva idea es muy prometedora, pero tarda más en hacerse realidad que la actual a pesar de quizás darte más beneficios; si ya invertiste recursos en la primera y estás enfocado en hacerla realidad, no es conveniente desperdiciar el impulso.
  • Si cambias, no dejes perder lo ya ejecutado: Si decides cambiar de idea, recuerda que dejaste una pausada y que debes comprometerte a finalizarla tan pronto lleves la nueva idea a la realidad. Dejar ideas comenzadas puede convertirse en una mala costumbre que solo te traerá culpas posteriores.
En conclusión, te recomiendo no tratar de ejecutar muchas ideas al tiempo; define un orden para la ejecución de cada iniciativa y trata de enfocarte en el cumplimiento de cada una; si se te ocurren nuevas ideas, dedícales el tiempo necesario de análisis, pero no tanto que te lleve a suspender el proyecto actual. Anótalas y trata de ir acomodando las prioridades de cada una dependiendo de tus recursos económicos, de tiempo, esfuerzo y equipo de trabajo.



Publicar un comentario

2 Comentarios

  1. Interesante nos mantiene enfocados y eficientes en el uso de los recursos, pero con mente abierta para la captura de nuevas ideas y con la dinámica creativa activada y productiva

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Nunca se puede considerar la aparición de nuevas ideas como algo negativo; sin embargo, si cedemos muy seguido a la tentación de dejar algo por empezar lo nuevo, se puede convertir en un hábito el dejar las cosas iniciadas. Es ideal enfocarse adecuadamente en los proyectos hasta su finalización, aunque siempre se debe estar atento a esos momentos en que debido a situaciones de oportunidad, se debe decidir hacer cambios de rumbo y pausar lo que se esté haciendo.

      Gracias por tu comentario y tu visita.

      Eliminar