Imagen por Germán Castaño |
Cuando logras incorporar el pensamiento positivo en tu vida, algo que tiene un impacto benéfico en tu forma de vivir, tiende a afectar un poco las relaciones con quienes te rodean. Lo que sucede, es que a mi manera de ver, es más normal que la gente ande quejándose de lo que pudo ser y no fue, que actuando para que eso que desean, sea una realidad. En ese orden de ideas, quisiera compartirte algunos efectos colaterales negativos de pensar positivamente, para que las tengas presentes y quizás te preparen a como enfrentarlos.
- Habrá quienes piensen que tu vida es demasiado fácil. Cuando piensas que las cosas pueden tener solución, dejas de quejarte sin sentido y más aún, como sabes que llorar nunca ha resuelto nada, evitas hacerlo en compañía de otros. Como decía antes, lo normal es que te quejes, así que ante los demás, a ti nunca te pasa nada. No estoy hablando de no compartir un problema con quienes nos pueden ayudar a solucionarlo, sino de quejarse y lloriquear, a veces buscando que los demás lloren con nosotros. Cuando piensas positivo, sabes que llorar en equipo no necesariamente constituye una actividad constructiva para salir adelante.
- Te pueden considerar una persona sin empatía. Ves a otro en problemas y en lugar de llorar con él, tratas de analizar su situación para buscar una salida y al mismo tiempo tratas de convencerlo de que quejarse no resuelve nada y que la acción si. Le recuerdas sus capacidades y el temple que ha mostrado superando retos en el pasado, buscando levantar el ánimo y orientar la mente hacia algo más constructivo. Resultado, habrá quienes crean que no te has puesto en sus zapatos.
- Los retos de otros te los pueden presentar como retos a tu forma de pensar. Todos tenemos problemas, pero quizás hayan momentos en los que alguien te presente sus problemas o los de otro, no con el ánimo de buscar apoyo, sino con el simple objetivo de demostrarte que no todo tiene solución. Es muy común que cuando algunas personas están inmersas en una situación difícil traten de hacer parecer a los demás que todos estamos igual; esto no resuelve el problema, pero curiosamente hace sentir a quien tiene el problema algún tipo de alivio.
- Algunas personas evitarán contarte sus problemas ya que tu no eres de los que se sienta a llorar con ellos. Es algo similar a lo del punto 2, muchas personas están acostumbradas a que los demás lloren con ellas, renieguen de la situación en la que se encuentran y se sienten a darles palmaditas en la espalda. Esta sensación de compañía y apoyo quizás reconforte un poco, pero no es para nada una actividad orientada a la solución de problemas. Como saben que tu eres más de los que no lloran, a veces sucede que te das cuenta de que tienes personas cercanas en problemas, hasta cuando quizás ya es muy tarde para hacer algo.
- A los ojos de otros no tienes derecho de sentirte triste o quizás derrotado. Pensar de manera positiva, no quiere decir que los problemas no te afecten, te entristezcan y hasta te derroten. Es encontrar la manera de sacar el coraje en esos momentos de desesperación para seguir luchando e invertir mejor nuestros esfuerzos en acciones más que en quejas. Puede suceder que cuando estés pasando por esos momentos iniciales en los que las emociones negativas parecen abrumarnos, para los demás, tu manera de pensar sea un recurso inútil.
- Te pueden considerar prepotente, insensible y engreído. De manera similar al punto 2, tu convicción de que los problemas pueden tener solución y que las ideas pueden aparecer si se las busca adecuadamente, puede hacerte parecer ante los demás como ese sabelotodo que es mejor evitar.La verdad no es que pensar positivamente te haga invencible, simplemente te hace un poco más resistente y dar un poco más al momento de enfrentar un reto y, créeme, muchas veces ese poquito de más es lo único que se necesita para resolver algunos problemas.
- Puede que no cuentes con quienes necesites en tus momentos complicados. En algunos momentos habrá quienes eviten ayudarte o no te ofrezcan su apoyo por el hecho de creer que tu siempre encuentras la solución.
- Es complicado aceptar el fracaso así sea de manera constructiva. Como lo mencioné anteriormente, pensar positivo no te hace invencible, solo un poco más resistente; esto quiere decir que habrá momentos en los que se debe dejar de intentar, quizás aceptar el fracaso con humildad y comprender que hay algunos tipos de problemas para los que no podemos hallar la solución que queremos. En estos casos es muy complicado aceptar que debes parar y comenzar a pensar en formas de aliviar los impactos negativos de un problema ya que la solución no se pudo hallar en ese momento. Para los demás quizás serás un gran ejemplo de terquedad.
Para finalizar, igual aclaro que mi intención con este artículo no es quejarme, sino compartir un poco de las experiencias que he tenido. A pesar de estos elementos negativos que pueden surgir de pensar positivamente, es importante resaltar que todos son completamente trabajables, aunque requieren tiempo, esfuerzo y mucha paciencia, tanto para que tu aceptes que la solución no es dejar de pensar como piensas, como para que quienes te conocen, aprendan a aceptar que en ningún momento tienes la intención de menospreciar ningún sentimiento o problema, propio o ajeno; solo crees firmemente que pensando y actuando se puede ganar más que con llanto y quejas. En cualquier caso, enfrentar los retos diarios con un pensamiento positivo y activo, tendrá muchos más beneficios que perjuicios.
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